EL TEXTO TEATRAL: CARACTERÍSTICAS Y ESTRUCTURA

EL GÉNERO DRAMÁTICO O TEATRAL

La palabra dramático deriva de “drama” y este término procede de la palabra griega que significa ‘hacer’, por esa razón se asocia normalmente a la idea de acción.

El adjetivo dramático es el nombre genérico de toda creación literaria en la que un artista llamado dramaturgo concibe y desarrolla un acontecimiento dentro de un espacio y tiempos determinados. Los hechos se refieren a personas o caracteres que simbolizan en forma concreta y directa un conflicto humano.

La dramática constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo.

 

CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO

Las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y la lectura no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores…

1.Se combinan dos códigos a la vez: el verbal –el texto dramático-, y otros no verbales, normalmente audiovisuales –los decorados, la iluminación, el sonido, el maquillaje, el vestuario, etc-.

2.Debe captar la atención del público durante toda la representación. El recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace.

3.Como no hay ni narración ni descripción, el autor tiene que contar una historia a través de la acción, la cual se construye mediante el diálogo.

  • La acción es el argumento que se desarrolla ante los ojos del público.
  • Se construye mediante el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto de la obra y la carcterización de los personajes.
  • Se desarrolla en un espacio concreto que puede representar cualquier lugar imaginario o real, y durante un tiempo limitado.
  • La historia se desarrolla en en un lapsus de tiempo limitado, con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias.

 

 

 

LA REGLA DE LAS TRES UNIDADES:

Aristóteles, un preceptista del siglo IV a. C., estableció en su Poética unas sencillas técnicas que ayudaban a evitar los saltos espacio-temporales: se trata de la regla de las tres unidades, según la cual la acción de una obra dramática sólo se podrá desarrollar en un día (unidad de tiempo), en un único espacio (unidad de lugar) y con un solo hilo argumental, sin acciones secundarias (unidad de acción).

La regla de las tres unidades se mantendrá, con modificaciones, hasta el siglo XIX, cuando los románticos, que no se someten a reglas, prescindan de las tres unidades, entre otros elementos.

 

El tiempo.

No es fácil el tratamiento del tiempo en una obra dramática, ya que ésta se desarrolla ante los ojos del espectador.

En una obra de teatro se distinguen tres tipos de tiempo:

1.El tiempo de la representación, es decir, lo que dura la obra teatral (dos horas, habitualmente, si se trata de un subgénero mayor; menos de la mitad en el caso de los subgéneros menores).

2.El tiempo de la acción, que puede durar lo mismo que la representación, o más, con lo que los personajes deberán hacer referencia al tiempo que transcurre pues no puede no ser visto por el espectador.

3.El tiempo aludido, el que mencionan los personajes pero no ve el espectador.

Normalmente, si se produce algún salto temporal, éste estará situado entre dos actos, y serán los personajes los encargados de informar, mediante sus palabras, del tiempo que ha transcurrido con respecto al acto anterior.

 

El espacio.

El espacio es el lugar o lugares en los que se desarrolla la acción dramática y esos lugares tienen que manifestarse -ser vistos por el espectador- en la representación teatral; de ahí que en las obras dramáticas, a diferencia de las narrativas, no haya multitud de espacios, pues suponen un cambio de decorados, lo cual tradicionalmente ha resultado complicado, si bien es cierto que la tecnología actual hace posible cambios que cincuenta años antes habrían sido imposibles.

Normalmente, los cambios de espacio, sobre todo si implican cambio de decorado, se producen al cambiar de acto, pero puede ser que se produzcan dentro de un mismo acto; en este caso hablamos de cuadros, con lo que dentro de un acto puede haber distintos cuadros según los espacios que aparezcan.

El dramaturgo indica en las acotaciones los cambios de cuadros, señalando cuáles son los elementos que constituyen el espacio físico, es decir, si la acción transcurre en una habitación, en el comedor, en un patio, etc.

 

La acción.

Más arriba ya hemos dicho que la acción es la historia que se desarrolla ante los ojos del público, mediante la interpretación de unos actores.

Si en una novela puede resultar relativamente fácil diversos hilos o tramas argumentales que discurren de forma paralela o bien se entrelazan, en el teatro esto es más difícil, debido, una vez más, a la representación. Sin embargo, puede darse más de una acción; de hecho el teatro español del Siglo de Oro se caracteriza, precisamente, por este rasgo, y a partir del siglo XIX será corriente.

 

ESTRUCTURA DE LA OBRA TEATRAL

En una obra de teatro, al igual que en cualquier otro género, hay que distinguir entre dos tipos de estructuras:

 

LA ESTRUCTURA EXTERNA

A simple vista, en un libreto teatral pueden observarse los siguientes elementos:

1.Título de la obra.

2.Drammatis personnae: Relación inicial de todos los personajes que intervienen. Aportan al lector información sobre edad, parentesco, nombre, relaciones entre ellos. Suelen aparecer por orden de importancia.

3.Acotaciones: Texto normalmente entre paréntesis o en cursiva. Son indicaciones del autor para el director de la puesta en escena. Son de dos tipos, como vimos al hablar del texto.

4.Actos o jornadas: Compuestos en general por una sucesión de escenas; los actos quedan separados por un descanso (entreacto), indicado habitualmente con un oscuro, una bajada de telón o un signo similar. Este fraccionamiento interno del texto dramático puede atender a un clímax en el desarrollo de la acción o a un cambio de escenario. Las obras pueden contar con 2, 3, 5, 7  o más actos.

5.Cuadros: Compuesto para reflejar cierta actitud temática o estética, se diferencia del cuadro precedente por un cambio escénico, realizado ocasionalmente a la vista de los espectadores. Vienen marcados por un cambio total o parcial del decorado.

6.Escenas: La escena es un fragmento de la pieza teatral determinado por la salida o entrada de los personajes en el espacio escénico. De este modo, el momento que delimita una escena puede ser aquel en que alguno de los actores hace mutis o se incorpora a la acción. No obstante, esa división es rechazada por algunos autores que fijan el cambio de escena de acuerdo con el desarrollo de la acción dramática, sin tener en cuenta los movimientos del grupo de intérpretes. En cualquier caso, a la hora de definir esta unidad en el teatro clásico, se suele aludir a una configuración determinada de personajes.

 

LA ESTRUCTURA INTERNA

Se distinguen tres partes:

Presentación

Se presenta a los personajes y la situación que originará el conflicto.

La presentación del conflicto cambia de acuerdo con la obra. Podemos diferenciar en términos generales, cuatro etapas:

1.Exposición o situación del protagonista.

2.Propósito del protagonista.

3.Presentación del obstáculo o materia del conflicto.

4.Choque de las dos fuerzas en pugna

 

Desarrollo del conflicto.

Esta segunda parte es el nudo de la obra. Coincide con el momento de mayor tensión y es donde la trama se complica. Hace entendible lo que se sugirió en presentación.

Va desde la situación básica hasta la escena culminante.

 

El desenlace

Es donde se resuelve favorable o desfavorablemente el conflicto o problema en la obra: la eliminación del obstáculo (resolución del conflicto)  o la desaparición del protagonista.

Un comentario en “EL TEXTO TEATRAL: CARACTERÍSTICAS Y ESTRUCTURA

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