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BIOGRAFÍA DE MANUEL BELGRANO
Participó en la defensa de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, en las dos Invasiones Inglesas —1806 y 1807— y promovió la emancipación de Hispanoamérica respecto de España en apoyo a las aspiraciones de la princesa Carlota Joaquina en la región, aunque sin éxito.
Fue uno de los principales patriotas que impulsaron la Revolución de Mayo, por la cual se destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Posteriormente fue vocal de la Primera Junta de gobierno que lo reemplazó.
Luchó en la guerra de Independencia de la Argentina contra los ejércitos realistas. Fue el jefe de la expedición militar que la junta de Buenos Aires envió al Paraguay que finalizó cuando celebró el Tratado confederal entre las juntas de Asunción y Buenos Aires, en 1811. Fue jefe de una de las Expediciones Libertadoras a la Banda Oriental.
En 1812 creó la bandera de Argentina en la actual ciudad de Rosario.
Como general del Ejército del Norte, dirigió el Éxodo Jujeño, comandó las victorias de los revolucionarios en la batalla de Tucumán y en la de Salta y tuvo a su cargo la Segunda Campaña Auxiliadora al Alto Perú, durante la cual fue dos veces derrotado por los realistas.
Durante el Directorio tuvo gran influencia en el Congreso de Tucumán que declaró la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América, en 1816, y proyectó en vano el establecimiento de una monarquía constitucional dirigida por un noble Inca. Comandó las tropas nacionales que participaron en la guerra civil contra los caudillos del litoral.
La educación del pueblo fue una de sus preocupaciones: para ello elaboró durante su estadía en España un plan de acción con avanzadas ideas.
CUENTOS POLICIALES CORTOS
1. El extraño caso del ladrón de abrazos
“Había una vez un ladrón tan extraño que lo único que quería era un abrazo. Por eso le llamaban el ladrón de abrazos. Pero como robar abrazos no es delito, este curioso ladrón seguía haciendo de las suyas.
El ladrón de abrazos salía a la calle todos los días, dispuesto a meterse en medio de cualquiera pareja de personas que estuvieran abrazándose. Pero resultaba tan molesto que la gente procuraba no tocarse en público, por si acaso.
Esto no gustaba al ladrón de abrazos, así que tenía que buscar una solución. Lo que hacía el ladrón de abrazos cuando no conseguía meterse en ninguno era atracar un establecimiento lleno de gente. Le daba igual que fuera un banco, un supermercado o un hospital.
El ladrón de abrazos entraba en el sitio elegido con un porra y decía:
-¡Esto es un atraco! ¡Abran sus brazos si no quieren llevarse un buen porrazo!
Y la gente abría los brazos. Y el ladrón de abrazos iba uno por uno buscando un achuchón hasta que oída las sirenas y salía corriendo, feliz y contento de haber encontrado tantos abrazos en un ratito.
Un día el jefe de policía decidió que ya era hora de parar esa ola de atracos absurdos. Pero no podía detener al ladrón de abrazos, así que pensó en un solución.
El jefe de policía reunió a un grupo de voluntarios y les contó su plan. A todos los pareció bien y pasaron a la acción.
El jefe de policía colocó un puesto en la calle con un enorme cartel que decía: ‘Abrazos Gratis’. Un voluntario se ponía a dar abrazos a otros muchos voluntarios para llamar la atención del ladrón de abrazos.
Cuando el ladrón de abrazos vio a aquello fue corriendo, feliz de poder abrazar a alguien sin molestar.
-Si quieres puedes sustituirme cuando quieras -le dijo el voluntario que le dio el abrazo. -¡Sí, sí, por favor!
Y así fue como el ladrón de abrazos dejó molestar a la gente de la ciudad que, agradecida, pasaba por el puesto de abrazos gratis para que el ladrón estuviera entretenido y feliz».
Moraleja
Aunque un abrazo sea un acto de afecto, no es correcto hacerlo a personas desconocidas que quizás no lo quieren. A veces lo mejor es preguntar y asegurarse de que ese acto de amor será bien recibido.

2. La casa abandonada
“Siempre íbamos a jugar a esa casa. Nos gustaba la sensación de estar en terreno de nadie. No, no era una casa en realidad, tan sólo el reflejo de lo que en otro tiempo había sido: unas pocas paredes que luchaban contra el tiempo y que se resistían al olvido. Un edificio cuyo techo ya había colapsado hacía años y que carecía de ventanas y puertas.
A nosotros nos gustaba sentarnos en lo que decíamos que era el salón y jugar a que estábamos en otra época. Huemul se sentaba sobre una piedra, que era un inmenso sillón junto a una lámpara y comenzaba a leer toda clase de historias.
Las leía en voz alta y yo lo escuchaba con suma atención porque era muy pequeña para leer. ¡Me gustaban tanto su voz y sus historias!
Una tarde cuando llegamos a nuestro refugio un cordón de plástico con enormes letras lo cercaban por completo, y un montón de policías rodeaban nuestras queridas paredes. Un agente se hallaba sentado en el sillón pero en vez de leer, observaba el suelo y anotaba algo en una libretita mientras algunos de sus compañeros pintaban círculos rojos en las paredes.
Nos acercamos, ¿quién había invadido nuestra casa? Nos echaron a empujones. Éramos niños y no podíamos estar allí.
—A lo mejor hasta podemos ayudarlos —había dicho Huemul osado.
El policía nos miró con una chispa de ironía en los ojos mientras nos preguntaba.
—¿Conocen a un hombre que se hace llamar Gago Cafú?
De algo nos sonaba ese nombre pero no llegábamos a saber bien cuándo, dónde ni por qué lo habíamos oído.
—No lo sé, a lo mejor si me deja verlo, puedo responderle. ¿Dónde está o qué ha hecho?— Cada vez me sorprendía más la valentía con la que mi amigo era capaz de enfrentarse a esa situación.
No nos lo dijeron. Debíamos irnos y no regresar por ahí. Finalmente nos fuimos porque amenazaron con dispararnos y muerta de miedo conseguí que Huemul recapacitara y se diera cuenta de que estaba jugando con fuego.
Estuvimos varios días, quizás meses, sin regresar a la casa. Una tarde decidimos que ya había pasado el suficiente tiempo y que podíamos volver a nuestro refugio. Así lo hicimos.
No había policías, ni cordones, ni rastros de la pintura en las paredes. Solamente encontramos a un hombre sentado que se presentó como Gago Cafú y nos pidió que compartiéramos con él ese lugar porque no tenía adónde ir.
Desde entonces, cada vez que vamos a la casa nos encontramos con él y Huemul lee cuentos para los dos: Cafú tampoco sabe leer».
Moraleja
A veces solo hace falta tiempo para entender las cosas que, en un momento dado, no logramos entender. En ocasiones la paciencia abre una gran puerta al entendimiento.
3. El misterioso ladrón de ladrones
“El Caco Malako, era todo un experto en el arte de robar. Nada se le resistía y era tan bueno en su oficio, que jamás lo habían capturado. Su tranquila vida, se truncó un buen día, cuando una noche, descubrió que alguien había entrado en su casa.
Muy a su pesar, decidió buscar ayuda de la policía, para encontrar al valiente, que había sido capaz de robarle en su propia casa.
Desde ese día, comenzó a sospechar de todos los vecinos, los cuales, quizás enterados de sus robos, habían decidido vengarse. Pero nada pasó en unos cuantos días, así que Malako, pensó que no volvería a repetirse.
Por desgracia para el Caco, volvieron a robarle, ayudados por la oscuridad de la noche. Sin otra solución, tuvo que regresar a la policía, que ante su tozudez, le instaló en su casa una cámara de video, para lograr identificar a ladrón, en el caso de que volviera de nuevo a su hogar.
}Algo que volvió a suceder unas noches después. Gracias a la cámara, la policía pudo averiguar quién era el culpable y avisó a nuestro Caco, para que identificara a su ladrón.
Cuando el video comenzó a funcionar, el Caco Malako, se quedó muy sorprendido, el ladrón de su casa, era él mismo. Algunas noches, se levantaba sonámbulo y escondía todos los objetos de su casa, junto a los que había ido sisando a lo largo del tiempo».
Moraleja
La moraleja de este cuento policial es que todos nuestros actos tienen consecuencia, y que a veces nuestro propio enemigo somos nosotros mismos.
4. Paredes invisibles
“Los oficiales Roberto Andrade e Ignacio Miranda se dirigieron a una pequeña casa ubicada en un barrio de clase media alta de la ciudad.
Fueron destinados a investigar dentro de ella, porque se encontraban investigando sobre un fraude fiscal enorme, producto de la corrupción que habían perpetrado unos miembros del ayuntamiento.
A eso de las seis de la tarde, los policías llegaron a la casa. Traían consigo una orden judicial que les permitía entrar seas cuales fueran las circunstancias.
Para comenzar, Andrade y Miranda tocaron la puerta. Nadie contestó. Volvieron a tocar y escucharon unos pasos. Una linda viejecita les abrió la puerta. Los policías, amablemente, le explicaron la situación y las razones por las cuales tenían una orden de cateo para entrar a la casa.
La señora entendió la situación aunque les explicó que ella no tenía ninguna relación con las personas investigadas y que no las conocía. De cualquier manera los oficiales debían entrar, algo que la señora aceptó.
Posteriormente, los dos policías comenzaron a registrar la casa. La anciana les indicaba que no iban a encontrar nada, pues ella era la única que vivía en esa casa desde que enviudó. Sin embargo, en ningún momento interrumpió la labor policial.
―Parece que no vamos a encontrar nada, Ignacio ―le dijo Roberto Andrade. ―No se ve ningún indicio de dinero escondido, tal y como las investigaciones indicaban. Creo que esto es un fiasco ―le contestó.
Finalmente, los oficiales salieron al gran patio trasero de la casa, que a la vez era un jardín con muchos árboles.
―¿Recuerdas que el señor Vallenilla, uno de los investigados en la trama, es amante de los bonsáis? ―le preguntó Miranda a Andrade. ―Ciertamente. Es verdad.
Miranda hizo ese comentario mientras señalaba una parte del jardín lleno de bonsáis, de todo tipo. Los bonsáis estaban dispuestos por filas. Cada una de ellas tenía bonsáis de un tipo.
En una había pequeños árboles de naranja, en el otro había pequeños árboles de limón y así consecutivamente. Una de las filas que más destacaban era la de árboles tipo bonsáis que parecían auténticamente japoneses. De hecho, había varias de estas filas.
―¿Excavamos? ―preguntó Andrade. ―Por supuesto ―contestó Miranda.
Aunque no tenían herramientas para excavar en la tierra, los policías comenzaron a hurgar por los lugares donde estaban sembrados los bonsáis con la mano.
―Creo que estoy tocando algo firme ―dijo con efusividad Miranda. ―¡Muy bien!
En efecto había sido así. Les llevó un par de horas lograr desenterrar toda una gran caja que estaba sellada por los cuatro costados.
―Ahora el reto es abrirla ―afirmó Andrade.
Aunque fue bastante complicado, gracias a un martillo que los policías consiguieron, lograron romper uno de los costados de la caja.
Con mucha paciencia, fueron deshaciéndose de gran parte de una de la superficie de la caja para poder abrirla. En poco tiempo ya habían podido abrirla.
―¡Bien hecho! ―entonaron al unísono. Dentro de la caja había miles de billetes envueltos en ligas, de varias denominaciones. Se pudo constatar que dentro de la casa estaba escondido dinero.
Los oficiales cargaron la caja hasta el interior de la casa y se percataron que no había rastros de la anciana que les había abierto la puerta. No le dieron importancia a este hecho y se dispusieron a salir. Cuando intentaron hacerlo, pasó algo inverosímil, que sin duda Andrade y Miranda nunca hubiesen esperado.
―¡Hay una pared invisible! ―exclamó Miranda.
Los oficiales de policía pudieron abrir la puerta de la casa sin inconvenientes y podían ver el exterior de la casa. Sin embargo, ¡no podían salir!
―¡No entiendo qué está pasando! ―gritó Andrade.
De pronto, la dulce viejecita apareció con una mirada maquiavélica, apuntándoles con un arma.
―¡No podrán salir! Esta casa está protegida con un sistema que activa un campo electromagnético que bloquea todas sus entradas.
Rápidamente, Andrade se dispuso a sacar su arma, cuando se percató que no estaba. Miranda hizo lo mismo.
―¡Sois tan tontos que os habéis quitado las armas cuando estaban desenterrando la caja! ―gritó la vieja.
Los policías estaban impactados. No sabían qué hacer. Eran conscientes de que la vieja los había tomado por rehenes.
―¡Dejad la caja y huid, si queréis vivir!
Los dos policías se miraron de una forma cómplice y soltaron la caja. De inmediato, arrancaron a correr fuera de la casa.
―No podemos contar nada de esto en comisaría ―dijo Andrade. ―Por supuesto que no ―sentenció Miranda».
Moraleja
A veces las personas no son lo que parecen, por lo que es mejor no fiarse de los prejuicios y los estereotipos, ya que la edad o la ropa, por ejemplo, no significan nada. En profesiones como la de policía, es mejor “desconfiar hasta que se demuestre lo contrario”.
5. Un ladrón de costumbres
“Don José tenía un puesto de venta de víveres en una concurrida zona de Ciudad de México.
Era el comercio más solicitado por los vecinos de la zona y los habitantes de las poblaciones cercanas. La gente se acercaba a comprar su carne fresca, sus pescados, legumbres, huevos, y demás productos.
Todo transcurría bien ese jueves 6 de noviembre del 2019, tal y como había transcurrido en los últimos 20 años desde la fundación del establecimiento el 3 de octubre del año 1999.
María, la cajera, cobraba en su puesto de costumbre, lugar que ocupaba hace diez años y el cual amaba, pues interactuaba con la gente de la ciudad.
Cada cliente tenía una historia distinta que contar día tras día, así como sus costumbres. Don José se las sabía todas. A Margarita le gustaba comprar frutas frescas todos los martes a las nueve de la mañana, a veces llegaba a las ocho y cincuenta y cinco, otras a las nueve y cinco, pero nunca fuera de ese rango de 10 minutos.
A don Pedro, por su parte, le gustaba comprar pescado los viernes al mediodía, pero solo compraba pargo, la especie más cara de todas, y el señor se llevaba siempre unos 10 kilos. Esa era, por mucho, la venta más grande que don José hacía semanalmente por una sola persona.
Doña Matilde, en particular, compraba pollos y melones los martes para hacer su sopa caribeña especial para su marido. María y don José sabían de estos gustos porque doña Matilde lo contaba siempre cada vez que iba.
—Hoy me toca hacer mi sopa de pollo con melones, mi sopa especial y que ama mi marido —se le escuchaba a doña Matilde cada vez que llegaba.
Así como estos personajes, pasaban por allí cientos, incluso miles a la semana. Ahora bien, ese jueves pasó algo que nunca había sucedido en la historia de ese local, en sus dos décadas de existencia: se metieron a robar.
Si bien no hubo muchos destrozos, las pérdidas sí fueron considerables, sobre todo porque se robaron lo más caro, diez kilos de pargo de la heladera, justo la cantidad que acostumbraba comprar don Pedro; pollos, melones y todas las frutas frescas del local.
Además de eso, la caja registradora estaba vacía en su totalidad, no quedaba ni un céntimo, ni aparecieron tampoco las prendas de oro que don José ocultaba en su oficina y que sumaban unos 15.000$. Quizá lo más extraño es que las cámaras de seguridad fueron desactivadas en su totalidad.
Extrañamente don Pedro no asistió a comprar sus diez kilos de pargo el viernes, cosa que extrañó mucho a María y a don José luego de que los policías recogieran todas las pruebas en la zona del delito.
—¿Qué raro que no vino don Pedro, verdad? —dijo María a don José. —Sí, muy raro, María, sobre todo porque además de las prendas, faltaba justo el pescado que a él le gusta y en la cantidad que normalmente se lleva.
Las investigaciones prosiguieron la semana siguiente, pero la cosa se puso más misteriosa aún. Resulta que la semana siguiente no fueron a comprar ni Margarita ni Matilde, justo las clientas que compraban frutas frescas, pollos y melones.
Don José y María se extrañaron aún más.
Luego de tres semanas de que no asistieran los clientes habituales, llegó la policía al establecimiento con una orden de captura contra María.
—Pero, ¡qué pasa?, ¿qué hacen! —dijo la cajera. —María, María, fuiste muy evidente, mira que mandar a recomendar con tu primo otros comercios a mis clientes para que no vinieran justo esos días y llevarte lo que a ellos les gustaba, fue una buena jugada. Eso pudo confundir a todos, y, de hecho, lo lograste. Solo fallaste en una cosa, una pequeña cosa —dijo don Pedro mientras esposaban a quien fuera su cajera.
—¿De qué hablas?, ¡soy inocente, he sido tu amiga y empleada todo este tiempo! —Sí, y en todo ese tiempo te estudié, así como tú a mí. Sé de tu ida mañana a Brasil, un viejo amigo fue el que te vendió el boleto. Avisé a la policía y encontraron todo en la casa de tu primo. Todo se sabe».
Moraleja
Quizás la moraleja de este cuento es que en ocasiones, las personas en las que más confiamos, nos fallan. Hay cosas en la vida sobre las que no tenemos control, y esta es una de ellas. Por eso lo mejor es vivir sabiendo que a veces la gente miente y decepciona, sin preocuparnos en exceso por ello.
6. La caída del mentiroso
“Todo el mundo lo sabía, menos John. Como es costumbre cuando estas cosas pasan. Cada detalle era contado de manera distinta por los chismosos del pueblo, grandes y pequeños, altos y bajos, gente ruin y sin oficio que solo disfrutaban el vivir de habladurías y nada más.
“John lo robó, fue él”, se escuchaba en una esquina; “Sí, él fue el que se robó el carro”, se escuchaba en la otra”; “Yo lo vi manejando el vehículo a las 5:00 de la madrugada por la estación de gasolina”, decían en una mesa de la plaza.
Resulta que a Marco le habían robado el carro en frente de su casa a las 3:50 a. m. hacía dos días, el miércoles 5 de marzo del 2003.
Todo ocurrió en el pueblo de La Blanquecina, un pueblo sano en donde no se acostumbraba a escuchar ninguna noticia extraña, pero la gente tenía la mala costumbre de ser chismosa.
John llegó a escuchar el sábado dos cuando dos muchachitos decían “Allí está el roba carros”, mientras lo señalaban. Él se quedó extrañado y fue a hablar con Vladimir, su amigo barbero.
—Hola, Vladimir, ¿cómo te ha ido? ¿Cómo anda todo? —pregunto John, en tono normal. —Hola, John, todo bien… —respondió el barbero, con cierta ironía. —Habla claro, Vladimir, ¿qué es lo que se dice de mí en las calles? —¿No vas a saber tú? —No, no lo sé. —Que te robaste el carro de Marco, eso es lo que dicen.
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Sí, tal y como se dijo al principio, todo el pueblo sabía, menos John. Por el pueblo corría el rumor, la infamia de que el joven hombre había robado el auto de Marco. Todo estaría normal si John no trabajara de siete de la mañana a nueve de la noche para mantener a su familia y si no diera clases los fines de semana a niños con necesidades especiales.
Quizá por eso, porque no perdía el tiempo en chismes, John no se había enterado de que hablaban de él, pero, gracias al barbero, ya lo sabía.
Allí en la barbería hablaron largo rato él y Vladimir. John tenía unos contactos con un agente de la policía que sabía de espionaje informático y logró atar cabos hasta llegar con el que comenzó la habladuría. El día lunes, apenas cinco días después de que comenzaron los chismes contra John, la policía tocó la puerta de Marco con una orden de cateo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué me hacen esto a mí? ¿Yo soy la víctima? —dijo Marco mientras le ponían las esposas. —Sabemos todo, de internet nunca se borra nada —le dijo el policía. —¿Y de qué me acusan? —De infamia en contra de John Martínez, de fraude contra una aseguradora y de colaboración en un delito de auto robo.
Dentro de la computadora del hombre hallaron una conversación con un sujeto donde negociaban el precio por partes del carro que supuestamente le habían robado días atrás.
Además, consiguieron en efectivo más de 20 mil dólares en la mesa, dinero por el cual estaba asegurado el carro de Marco. Afuera de la casa esperaba John y casi todos los vecinos, quienes no dudaron en pedirle disculpas al hombre por el daño que le hicieron a su nombre».
Moraleja
Otro cuento cuya moraleja hace alusión a la importancia de decir la verdad, ya que esta siempre acaba saliendo a la luz. Será cierto eso que dicen de que “las mentiras tienen las patas muy cortas”. Otro aprendizaje que sacamos de este cuento es que los rumores no siempre son ciertos (de hecho, la mayoría de veces contienen más mentiras que verdades).
7. La muerte del obispo
“En la comisaría principal de la pequeña ciudad de Torreroca, a la detective Piñango le llegó la noticia de una muerte que había conmocionado a gran parte de la ciudad. El obispo de la Basílica Mayor de la ciudad había muerto en extrañas circunstancias.
El padre Henry era muy querido por la comunidad. Los miembros de ésta destacaban sus constantes labores altruistas en pro de la población, además de su capacidad para integrar las distintas creencias del pueblo.
La detective Piñango recibió el informe de la autopsia, que indicó que el padre Henry había muerto súbitamente, pero que no había indicios de asesinato. Este informe lo firmó la forense Montejo, reconocida profesional de gran prestigio en Torreroca.
Sin embargo, Piñango desconfiaba.
―¿Qué crees tú, González? ―preguntaba la detective a su compañero de labores. ―En efecto detective, hay algo que suena raro.
Piñango y González acordaron entonces trasladarse hasta la casa parroquial, donde residía el sacerdote. Aunque no tenían una orden judicial para entrar, los policías se entrometieron en el hogar.
―¿Qué son todas estas figuras, Piñango? ―preguntó González, incrédulo de lo que veía. ―Sin lugar a dudas, son imágenes budistas. Buda está en todas partes ― contestó. ―¿Pero el padre Henry no era católico? ―cuestionó González. ―Eso tenía entendido.
A la detective Piñango le pareció sumamente sospechosa la presencia de un pequeño frasco al lado de la cama del párroco. En el envoltorio decía que eran unas gotas de sándalo.
Piñango se llevó el frasco para analizarlo en la comisaría. Los resultados fueron inconfundibles: lo que contenía el frasco era arsénico, ¿pero quién podría haber asesinado al padre Henry? Todas las dudas recayeron en la comunidad budista de Torreroca.
Piñango y González se acercaron a la tienda de productos budistas que se encuentra diagonal a la plaza Mayor. Cuando entraron, la dependienta se metió en la parte trasera a buscar algo, pero no regresó. Piñango se dio cuenta y salió a la calle, donde comenzó una persecución.
―¡Detente! ¡No tienes escapatoria! ―gritó. En cuestión de minutos logró capturar a la encargada.
La mujer que atendía la tienda budista respondía al nombre de Clara Luisa Hernández. Rápidamente, después de su detención, confesó su crimen.
Resulta que Clara Luisa, mujer casada, mantenía una relación sentimental con el padre Henry. Éste le comunicó que ya no quería seguir con la misma y ella decidió asesinarlo».
Moraleja
Aunque a veces haya cosas que parezcan muy evidentes o muy claras, no está de más asegurarse de ellas, ¡y más en el ámbito policial!, ya que a través de la investigación salen muchas cosas a la luz.

8. El arresto más rápido de Punta de Piedras
“Ese día Pedro iba a su trabajo, como de costumbre, chasqueando con su mano derecha su dispositivo de geolocalización y viendo en su mente cada cambio del lugar que conocía como la palma de la mano: su vecindario.
Sí, como podrás entender, Pedro era ciego, y no habría nada extraño en ello si él no fuese el único policía ciego de Punta de Piedras. No obstante, como él era ciego de nacimiento, nunca le hicieron falta sus ojos, siempre le bastaron sus otros sentidos para ubicarse: su gusto, su olfato, su oído y su tacto. Él era el menor de cuatro hermanos y el único varón.
Pedro no solo recordaba a la gente por su manera de hablar, sino también por el ruido típico que hacían al caminar, por el olor de su piel y de su aliento, o por el tacto de sus manos (en el caso de los hombres) y mejillas (en el caso de las mujeres) al momento de saludar.
El hombre se sabía a cabalidad todo su pueblo, el lugar de cada árbol y de cada casa y de cada construcción, al igual que la ubicación de cada tumba en el cementerio.
El policía también sabía cuándo llegaban y cuando se iban los buques y ferris en el puerto, algunos ya los sabía de memoria por los horarios y los que no, los identificaba por el sonido de sus chimeneas y sonidos de trompeta particulares.
El dispositivo que tenía Pedro en la mano, y que producía un sonido hueco como un chasquido, le permitía ubicar los automóviles y las personas, así como también cualquier otro objeto nuevo en la vía.
Del resto, el hombre conocía cada lugar de su pueblo y sus distancias en pasos largos, pasos cortos, de espaldas, en zigzag, a trote o corriendo, incluso se sabía las distancias en brazadas, nadando, pues desde niño aprendió a nadar en la playa de su pueblo.
Si alguien no conocía a Pedro, ni se enteraría de que era un ciego en su pueblo, sobre todo porque nunca quiso usar bastón. De hecho, sus propios amigos a veces olvidaban que él era ciego, porque, en realidad, no parecía serlo.
Los maleantes del pueblo lo respetaban y temían, y no era en vano. Pedro, el policía ciego, tenía el mejor récord de capturas de malhechores en el pueblo. Los atrapaba corriendo o nadando, los desarmaba con las técnicas especiales de karate. Y, bueno, para completar las cualidades de Pedro, a él le incomodaban las armas, nunca usó una en su vida.
Las patrullas se acumularon en frente del lugar de los hechos ese lunes 1 de abril del 2019. Eran las nueve en punto de la mañana en la Joyería Iván, justo en frente del puerto, de donde partían la mayoría de las embarcaciones a tierra firme.
—¿Qué pasó, muchachos? ¿Quién me cuenta? ¡Déjenme pasar! —dijo Pedro al llegar a la escena del crimen y hacerse paso entre los curiosos. —Fue un robo, se llevaron el diamante de Esther Gil y el collar de perlas de Gloria, las joyas más caras del Estado —respondió Toribio, colega policía de Pedro. —Vale, déjenme analizar todo —dijo Pedro, acercándose justo a la vitrina con cristales rotos de donde extrajeron las joyas.
El hombre se agachó, recogió dos cristales y pasó sus dedos por el borde fino, los llevó a su nariz y los olió profundamente y luego los metió a su boca y los saboreó. Ya sus amigos estaban acostumbrados a sus manías y cosas raras, pero la gente del pueblo no dejaba de asombrarse de todo lo que estaba viendo.
Pedro se paró sin decir nada, se hizo paso entre sus amigos y el montón de gente mientras una lágrima brotaba de su mejilla y se paró al lado de su hermana, quién estaba allí pendiente de todo como el resto. El ciego tomó una mano de Josefa (así se llamaba su hermana mayor) y en instantes la esposó.
—Llévensela, muchachos, todo está en su casa con su marido —dijo Pedro, muy triste. —¿Qué haces, Pedro! ¿Qué es esto! —dijo su hermana, gritando y sorprendida. —Si creías que no te entregaría por ser mi hermana, estás equivocada. Por lo menos hubieses tenido la delicadeza de lavarte las manos antes de venir con tu esposo a hacer este crimen. Sí, aún huelen al pescado que mi madre les regaló ayer. Y sí, el corte del cristal corresponde al cuchillo que siempre lleva tu marido y los cristales saben al sudor de tus manos —dijo Pedro, para luego callar e irse.
Los policías fueron de inmediato a casa de la hermana de Pedro y corroboraron todo lo dicho por él, y llegaron justo en el momento en que Martín, el esposo de Josefa, preparaba todo para irse en su lancha con las joyas».
Moraleja
Cuento con varias moralejas; el poder de los sentidos es innegable, y a veces no hace falta tener todos los sentidos en funcionamiento para descubrir cosas sorprendentes. La otra moraleja es que la ley es la ley, y que esta no entiende de familiares o de amigos, ya que quien la hace, la paga (o así debería ser).
9. El pájaro policía
“Había una vez un policía llamado Filomeno. Filomeno tenía un pájaro muy astuto y sagaz que había entrenado durante años. De hecho, el pájaro tenía siempre la jaula abierta y entraba y salía cuando quería.
Un día, unos ladrones entraron a robar en casa de Filomeno. Los ladrones fueron tan silenciosos que el experimentado policía ni se enteró de su llegada. No así el pájaro, que enseguida salió de su jaula, piando como si fuera una urraca, y picoteando a los ladrones para que se fueran.
Filomeno se levantó enseguida, pero no llegó más a ver a los ladrones huir despavoridos por la escalera.
-Pajarito mío, mañana te vienes a trabajar conmigo a la comisaría -dijo Filomeno.
El pájaro se puso muy contento. Sería el primer pájaro policía del mundo.
Cuando los demás policías vieron llegar a Filomeno con el pájaro sobre su hombro no se lo podían creer. Poco tardaron en empezar a hacer bromas y a burlarse de Filomeno. Hasta los perros policía se reían, a su manera, al ver al pajarito.
-No te preocupes, pajarito, que ya tendrás tiempo de demostrar lo equivocados que están todos estos listillos.
Ese mismo día hubo un robo en un centro comercial. Los guardias de seguridad habían cerrado el edificio y los ladrones estaban atrapados.
Pero el centro comercial era grande. Era peligroso que los ladrones estuvieran allí. Había que ser rápidos y atraparlos. Pero nadie sabía dónde se habían metido los ladrones. Los perros entraron, pero no lograron encontrar a ninguno de los rufianes.
-Es tu turno, pajarito -dijo Filomeno.
El pajarito salió volando y se metió en el centro comercial. Al cabo de un rato salió y empezó a piar muy fuerte. Filomeno lo siguió, junto con otros dos policías, que fueron tras él a regañadientes.
A los pocos minutos, Filomeno y sus compañeros sacaban a los ladrones esposados. El pajarito los habían encontrado muy bien escondidos. Alguno salía bien picoteado, porque había intentado escapar.
Ese día condecoraron a Filomeno y también a su pájaro, que pasó a formar parte de la plantilla por mérito propio.
-Nunca dejes que nadie se ría de ti por tu tamaño, pajarito -le dijo Filomeno-. Que para hacer cosas grandes no hace falta tener un gran tamaño».
Moraleja
Nunca subestimes tus capacidades, aunque seas demasiado bajo, demasiado alto, demasiado lo que sea… Todos servimos para algo, ¡lo interesante es encontrar nuestra habilidad!
10. Woody, el fabricante de almohadas
“Hace muchos años, un anciano llamado Woody vivía en una pequeña aldea. Cada mañana, cargaba desde la granja de unos amigos un saco lleno de plumas de oca porque se dedicaba a fabricar cómodas almohadas y cojines que vendía en el mercado. Los hacía de todos los colores y tamaños. Pequeños para cunas de bebés, resistentes para niños que hacían guerras de almohadas y flexibles para las personas a las que les gustaba dormir abrazadas a la almohada. Sus creaciones eran famosas en todo el mundo. Pero, un día de repente, la gente dejó de comprarlas.
El anciano, desesperado y sin entender nada, quiso encontrar una respuesta. Le preguntó a una anciana vecina que le dijo que, un joven envidioso y muy vago llamado Pancracio, había decidido hundir la reputación del pobre fabricante de almohadas y cojines. Su idea era construir una gran fábrica en la que fueran máquinas las que hicieran el trabajo.
-El trabajo artesanal no da suficientes beneficios- decía desafiante el joven.
Lo que pasaba era que, aunque las almohadas del joven fueran más baratas, no estaban hechas con el mimo y dedicación de las del anciano y la gente no las compraba. Así que pagó mucho dinero al periódico del pueblo para difundir el bulo de que las almohadas del anciano estaban llenas de chinches y pulgas.
La gente, como era un periódico muy famoso, se creyó la mentira casi sin rechistar. Incluso el ayuntamiento mandó a una empresa de desinfección al taller del anciano. El joven se había ocupado de, la noche anterior a la inspección, llenarlo todo de pulgas. Tristemente y sin que pudiera hacer nada para impedirlo, le cerraron el taller de almohadas al anciano. Con lo que no contaba el joven era con que el ayudante del anciano era una amante de la astrología.
Esa noche, había colocado una cámara para grabar un eclipse de luna que iba a haber. Se equivocó y, en vez de apuntar el objetivo para la calle, lo hizo para el interior del taller. Fue así como quedó todo grabado. Se pudo ver al joven Pancracio abrir los botes en los que llevaba las pulgas y repartirlas por toda la habitación. Con esas pruebas, la policía no tuvo duda y reabrieron el taller del anciano Woody. Como no era rencoroso, no tuvo problema en dar trabajo al joven en su taller».
Moraleja
La moraleja de este cuento tiene que ver con el perdón, con la importancia de huir del rencor y de perdonar a las personas que nos han fallado, para poder sanar nuestro corazón y vivir en paz.
11. La manzana asesina
«Esta historia ocurrió en un pueblo llamado San Pedro de los Vinos. El pueblo estaba ciertamente triste porque el comisario jefe, Ernesto Perales, había fallecido recientemente de forma inesperada.
Algunos de sus compañeros, pero, tenían dudas acerca de esta muerte. Una de ellas, Alicia, iba preguntando a los demás: ¿Lo véis normal? Yo no me creo que haya muerto durmiendo. Aquí hay gato encerrado. Otra compañera, Daniela, le cortaba “¡Dejadle descansar en paz! Murió durmiendo. Carmen, otra compañera, tampoco entendía esa versión.
Por suerte, justo antes de enterrarlo, le hicieron la autopsia. Perales era un gran consumidor de manzanas. Por sorpresa de muchos, ¡encontraron manzanas en su interior! Pero esas manzanas no eran normales: contenían veneno, ni más ni menos que cianuro.
Hacía poco tiempo que Daniela había dado luz a un niño que se parecía mucho a Perales. Nadie había sospechado que este fuera su hijo, pero ¡así fue! Finalmente Daniela confesó su crimen pasional y fue detenida.
Moraleja
La verdad siempre sale a la luz, por mucho que intentemos alejarla de nuestras vidas. Por eso siempre es mejor actuar con la verdad por la mano, porque la verdad quizás duele una vez, pero la mentira duele cada día sin saberlo».
12. El peor detective del mundo
“Don Teodoro acaba de llegar a la comisaría de policía de Villatranquila, la ciudad con menos delitos del país. A Don Teodoro le habían destinado allí con la esperanza de que dejara de meter la pata con sus investigaciones. Y es que Don Teodoro no solo no resolvía ningún misterio, sino que que liaba las cosas todavía más.
Al principio Don Teodoro estaba feliz en su nuevo trabajo. Aunque no había mucho que hacer, Don Teodoro siempre estaba ocupado, investigando cualquier cosa que pudiera ser sospechosa, controlando los semáforos para comprobar que nadie se los saltaba y cosas así.
Todo fue bien durante un tiempo, hasta que Don Teodoro empezó a aburrirse. Y entonces, empezaron los problemas. Un día llegó a la comisaría a denunciar al dueño de un perro que no recogía los excrementos de su mascota. Don Teodoro acabó multando a la señora por no respetar los derechos de los animales.
Otro día un señor fue a la comisaría para avisar de que había una avería en la boca de incendios que estaba justo en frente de la comisaría. Don Teodoro detuvo al señor acusándolo de haber roto él mismo la boca de incendios.
En otra ocasión, uno chicos le llamaron porque una señora se había caído en la calle y no sabía ni quién era. Don Teodoro encerró a los chicos porque estaba seguro de que ellos habían tirado al suelo a la señora mientras intentaban robarle el bolso.
Villatranquila era un caos. Ya nadie quería aparecer por la comisaría ni llamar para dar avisos, temerosos de acabar en el calabozo o con una multa.
El alcalde, muy preocupado, llamó a la sede central de la policía para contar lo que ocurría. Parece que allí nadie se extrañó, pero tampoco le dieron una solución. Entonces, el alcalde tuvo una idea. Llamó a Don Teodoro y le hizo la siguiente propuesta:
-¿Qué le parece convertirse en el nuevo escritor de relatos de misterio del periodo de la ciudad? Necesitamos gente con imaginación y conocimientos, y no conozco a nadie mejor que usted en eso.
A Don Teodoro le encantó la idea. Dejó su trabajo de detective y aceptó el trabajo de escritor. Eso sí que era una maravilla, porque por fin pudo darle rienda suelta a todas las ideas que se le pasaban por la cabeza».
Moraleja
Quizás una frase que resuma la moraleja de este cuento es la siguiente: “Todos servimos para algo, pero no todos servimos para lo mismo”. No es fácil encontrar nuestro propio lugar (a nivel profesional), por eso la clave es probar diferentes cosas hasta encontrarlo.
BIOGRAFÍA DE
Joseph Rudyard Kipling (Bombay, 30 de diciembre de 1865-Londres, 18 de enero de 1936) fue un escritor británico. Es autor de relatos, cuentos, novelas y poemas. Algunas de sus obras más populares son la colección de relatos El libro de la selva, la novela de espionaje Kim, el relato corto «El hombre que pudo ser rey» y los poemas «Gunga Din» y «Si…». Varias de sus obras han sido llevadas al cine.
Kipling rechazó el Premio Nacional de Poesía Poeta Laureado, la Orden de Mérito del Reino Unido y el título de «sir» de Caballero de la Orden del Imperio Británico en tres ocasiones. Sin embargo, aceptó el Premio Nobel de Literatura de 1907, lo cual lo convirtió en el primer escritor británico en recibir este galardón y en el ganador más joven hasta la fecha.
¿QUÉ ES LA CONSTITUCIÓN NACIONAL Y CUÁLES SON SUS PARTES?
Constitución Nacional
La Constitución Nacional es la ley suprema. Establece los derechos y garantías fundamentales de las personas y la forma de organizar los poderes del Estado.
La Constitución Nacional
¿Qué es la Constitución Nacional?
- Es la ley fundamental que rige nuestro país.
- Garantiza los derechos y libertades de las personas.
- Regula la organización y el ejercicio de los poderes del Estado.
- Es la ley suprema porque las demás leyes deben respetar sus lineamientos.
¿Hay otras normas de igual jerarquía que la Constitución?
Sí, algunos Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
El Preámbulo
¿Qué es el Preámbulo?
Es un texto que encabeza la Constitución Nacional y expresa las motivaciones y los valores que se tuvieron en cuenta al dictarla: la unión nacional, la paz, el orden, la justicia, la defensa común, el bienestar general y la protección de la libertad de todos los habitantes.
Derechos constitucionales
¿Cuáles son los derechos que reconoce nuestra Constitución y los Tratados de Derechos Humanos?
Los derechos de todas las personas:
- derecho a la vida;
- derecho a la integridad física;
- derecho a la libertad;
- derecho de peticionar a las autoridades;
- derecho de votar y ser votado;
- derecho de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino;
- derecho de usar y disponer de la propiedad;
- derecho de publicar libremente sin censura previa;
- derecho de enseñar y aprender.
Los derechos de quienes trabajan:
- tener condiciones dignas de trabajo;
- jornada laboral limitada;
- descanso y vacaciones pagos;
- retribución justa;
- salario mínimo, vital y móvil;
- protección contra el despido arbitrario.
Los derechos de los gremios:
- hacer convenios colectivos de trabajo;
- ejercer el derecho de huelga.
Los derechos de la seguridad social:
- seguro social obligatorio;
- jubilaciones y pensiones móviles.
Los derechos que protegen a la familia:
- acceso a una vivienda digna;
- compensación económica familiar.
Además:
-
derecho a tener un medio ambiente sano;
-
derechos que protegen a las personas mayores, a las personas con discapacidad, a las mujeres y a las personas indígenas;
-
derechos de las y los consumidores.
¿Tiene límites el ejercicio de los derechos?
Sí. Los derechos deben ejercerse de acuerdo con las leyes.
¿Qué son las garantías constitucionales?
Son los mecanismos que la Constitución establece para proteger los derechos de las personas. Entre las garantías constitucionales podemos mencionar:
- ninguna persona puede ser arrestada sin orden escrita de la autoridad correspondiente;
- debe respetarse siempre la defensa en juicio;
- el domicilio y la correspondencia son inviolables y nadie puede revisarlos sin orden de un juez;
- el hábeas corpus protege la libertad de las personas cuando se ve amenazada de forma ilegal por una autoridad;
- el hábeas data protege los datos personales cuando son usados sin el consentimiento de la persona;
- la acción de amparo protege los derechos de las personas cuando es urgente tener una decisión judicial que termine con un acto ilegal.
Forma de gobierno
¿Qué forma de gobierno adopta nuestra Constitución?
Representativa, republicana y federal.
- Representativa: significa que el pueblo gobierna por medio de representantes que elige por el voto.
-
Republicana: se basa en la división, control y equilibrio entre los 3 Poderes:
- El Poder Legislativo: que hace las leyes.
- El Poder Ejecutivo: que ejecuta las leyes.
- El Poder Judicial: que interpreta las leyes y las hace cumplir a través de sus sentencias.
-
Federal: permite que convivan dos clases de gobiernos, los gobiernos provinciales (ya que cada provincia se gobierna a sí misma) y el gobierno federal, que abarca todo el territorio de la Nación.
Este sistema permite el control y cooperación entre ambos.
Reforma de la Constitución
¿Puede reformarse la Constitución?
Sí, en forma total o parcial.
Para reformar la Constitución es necesario:
-
una ley del Congreso dictada por una mayoría especial que declara la necesidad de la reforma y qué partes se van a modificar;
-
una Convención Constituyente convocada para hacer la reforma. Los integrantes de la Convención Constituyente son elegidos por el pueblo.
JUSTO JOSÉ DE URQUIZA.
a) Escribe en tu carpeta la siguiente biografía?
Justo José de Urquiza
(Concepción, Argentina, 1801 – San José, Argentina, 1870) Militar y político argentino que presidió la Confederación Argentina entre 1852 y 1860. Justo José de Urquiza nació en el seno de una distinguida familia, y durante su juventud, siendo oficial del ejército federal, colaboró con el dictador Juan Manuel de Rosas (1835-1852), al que apoyó en su toma del poder.
Justo José de Urquiza
Con cuarenta años, Justo José de Urquiza pasó a ser gobernador de la provincia de Entre Ríos, donde realizó unas aplaudidas reformas económicas y educativas, éxitos que le proporcionaron gran prestigio. En 1851, después de ser ascendido a general, se opuso a Rosas; con la ayuda del Partido Federalista y de los gobiernos brasileño y uruguayo, se convirtió en el caudillo de los federales e inició la lucha contra el centralismo de Buenos Aires.
Después de derrotar a Rosas en la batalla de Caseros (1852), Justo José de Urquiza contribuyó de manera importante al establecimiento de los fundamentos constitucionales de la moderna Argentina: fue nombrado director provisional de la Confederación Argentina y, tras convocar una Asamblea Constituyente, promulgó la nueva Constitución y pasó a ser el presidente de la nación. La provincia de Buenos Aires, sin embargo, rechazó el nuevo ordenamiento constitucional.
Temerosa de perder sus privilegios comerciales, Buenos Aires terminó por rebelarse contra la Confederación, ya que Urquiza había liberalizado la navegación en los ríos y abierto las puertas argentinas al comercio internacional. En 1859 Justo José de Urquiza venció a los grupos rebeldes de la provincia de Buenos Aires en la batalla de Cepeda. En 1860, una vez incorporada Buenos Aires a la Confederación, dejó el cargo de presidente a Santiago Derqui (1860-1861), aunque continuó como gobernador de Entre Ríos.
En 1862 el general Bartolomé Mitre, tras ganar la batalla de Pavón, se proclamó presidente (1862-1868). Su negativa a apoyar al nuevo gobierno durante la guerra con Paraguay hizo perder a Urquiza la confianza popular y lo enemistó con los federalistas radicales; poco después se retiró. Murió asesinado a la edad de setenta años, junto con sus hijos, por un grupo de insurrectos federalistas.
B) Observa el siguiente video documental sobre la vida del Caudillo
C) Visita las siguientes páginas y recopila los hechos históricos más importantes y colócalos en una línea del tiempo entre 1820 a 1853.
https://www.timetoast.com/timelines/acontecimientos-importantes-en-la-vida-de-urquiza
https://www.timetoast.com/timelines/linea-de-tiempo-1820-1852-bc5757fd-3fe7-4dd6-93ca-7c93cd98b478
PRIMER Y SEGUNDO GOBIERNO DE ROSAS
PRIMER GOBIERNO DE ROSAS (1829-1832)
SEGUNDO GOBIERNO DE ROSAS (1835-1852)
LOS CAUDILLOS, LA ERA DE RIVADAVIA Y LA ÉPOCA DE ROSAS
A) Observa el video y toma nota de las fechas y acontecimientos más importantes.
B) Copia el Siguiente texto en tu carpeta
LOS CAUDILLOS
En realidad, la figura del caudillo ya existía en la sociedad colonial y descansaba fundamentalmente en la existencia de relaciones patrón-cliente y en el establecimiento de lazos de fidelidad y lealtades personales a cambio de seguridad y determinadas prebendas. El historiador inglés John Lynch considera que el surgimiento del caudillismo se apoyó en una base conformada por la inexistencia de reglas formales; la competencia política dirimida a través de conflictos armados; y una sociedad bipolar de terratenientes y peones, entrelazados por relaciones clientelares. En ese estado, el personalismo reemplazó a la ley, la violencia se tornó la forma aceptable de dirimir conflictos políticos, pero la estructura social se mantuvo inalterable, protegida por el caudillo. La principal diferencia con el pasado está en que los caudillos coloniales no tenían una sociedad militarizada, lo contrario de lo ocurrido tras las guerras civiles y de independencia. La ruralización y militarización constituyeron a los caudillos en protagonistas típicos de la Argentina del siglo XIX. Al mismo tiempo, la inestabilidad política y el debilitamiento del poder central revalorizaron su figura, convertidos por las circunstancias en los principales garantes del orden y de la cohesión social a escala local o regional. La figura del caudillo se manifestó al margen de las opciones políticas o ideológicas de la época, sean federales o unitarios, liberales o conservadores.
¿CUÁLES SON LAS CONDICIONES PARA SER UN CAUDILLO?
Resulta casi imposible establecer una regla precisa para ser un caudillo. Sin embargo, existen algunas características:
- Tener una base económica sustentable: por más que se le atribuya a los caudillos una imagen gauchesca de corte popular, muchos de ellos poseían amplias propiedades y solían realizar un trabajo incipiente de hacendado. Esto implicaba un caudal económico básico para el mantenimiento de la propia hacienda y de la reinversión.
- Tener hombres para formar la tropa: desde ya que una condición indispensable para ser un caudillo era tener un peonaje dispuesto a enfrentarse en el campo de batalla y defender la causa del federalismo o del patrón.
- Tener el apoyo popular: Pese a que no existen demasiadas investigaciones sobre la relación entre la montonera y el caudillo propiamente dicho, suele explicarse esta relación como clientelismo, aunque muchas veces esta idea traiga aparejada un sesgo de tipo ideológico.
ERA DE RIVADAVIA (1820-1829)
A partir de 1819 en el país se fueron definiendo claramente dos tendencias políticas: los federales, partidarios de las autonomías provinciales, y los unitarios, partidarios del poder central de Buenos Aires. Estas disputas políticas desembocaron en una larga guerra civil cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobernó por su cuenta. La principal beneficiada por la situación fue Buenos Aires, la provincia más rica, que retuvo para sí las rentas de la Aduana y los negocios del puerto.
ÉPOCA DE ROSAS (1829-1852)
En 1829 uno de los estancieros más poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas, asumió la gobernación de Buenos Aires y ejerció una enorme influencia sobre todo el país. A partir de entonces y hasta su caída en 1852, retuvo el poder en forma autoritaria, persiguiendo duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando con el apoyo de amplios sectores del pueblo y de las clases altas porteñas. Durante el rosismo creció enormemente la actividad ganadera bonaerense, las exportaciones y algunas industrias del interior que fueron protegidas gracias a la Ley de Aduanas. Rosas se opuso a la organización nacional y a la sanción de una constitución, porque ello hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto del país y la pérdida de la hegemonía porteña.
¿QUÉ SON LAS LEYES DE NEWTON
Las leyes de Newton
Imagina descubrir algo tan importante que lleve tu apellido. Pues eso le ocurrió a Sir Isaac Newton, científico inglés nacido en 1642. En este video te contamos un poco más:
Las leyes de Newton son fundamentales para entender el movimiento de los objetos.
¿Qué son y para qué sirven las leyes de Newton?
Las leyes de Newton son tres principios que analizan cómo hay fuerzas que actúan sobre los objetos para que estos se muevan.
Son usadas para explicar el movimiento de los carros, las bicicletas y muchas cosas que ves a tu alrededor, hasta tus propios movimientos, al correr y saltar.

Para entenderlas mejor es necesario que conozcas los siguientes términos:
- Movimiento: siempre que te hablen de movimiento recuerda que se da cuando un objeto cambia de un lugar a otro o modifica su posición. Por ejemplo, al desplazarse los animales usan el movimiento porque cambian de un lugar a otro. Además, si se acuestan a dormir también están generando movimiento, porque sus patas, cabeza y cuerpo, en general, cambian de posición.
- Fuerza: es cualquier acción como levantar, empujar o arrastrar un objeto, que hace que este se mueva o que cambie su forma. Por ejemplo, si levantas una caja del piso para ponerla sobre una mesa, estas usando la fuerza para mover el objeto.
- Aceleración: la puedes ver cuando un automóvil aumenta su velocidad o la disminuye. Estos cambios, que lo hacen ir más rápido o más lento, se llaman aceleración.

¿Cómo se llaman las leyes de Newton?
- Primera ley o ley de la inercia: te explica porqué una piedra tirada en el piso permanecerá quieta, a menos que algo o alguien la mueva.
- Segunda ley o ley fundamental de la dinámica: sirve para entender porqué entre una bicicleta y un automóvil, la bici necesita menos fuerza para moverse, ya que es más liviana.
- Tercera ley o principio de acción y reacción: te muestra porqué al lanzar una pelota contra una pared, esta rebota.

¿Conoces la historia de la manzana?
Newton estaba debajo de un árbol, reflexionando, cuando le cayó una manzana en la cabeza. Algunos dicen que cayó a su lado, o que el mismo Newton embelleció esta historia con el paso del tiempo.
Lo importante es que a partir de este suceso, el científico elaboró la idea de la fuerza de gravedad. Para cualquiera, pudo ser una simple manzana cayendo al piso pero, para Newton, se trató de un objeto moviéndose en línea recta hacia el centro de la Tierra.
Esto lo llevó a pensar que existía una fuerza invisible que estaba actuando sobre la manzana: esa era la fuerza de gravedad.
Eso explica porque cualquier objeto que se cae es atraído hacia el piso.
Ahora sí, veamos cada una de las leyes. En la siguiente página encontrarás la explicación de la Primera Ley de Newton.
LAS LEYES DE LA FÍSICA
A.- Lee los textos y contesta.
B.-¿Quién fue Galileo Galilei?
C.- ¿Qué es la fuerza?
D.-¿Cuales son los principios de la fuerza?
E.- ¿Quién fue Isaac Newton?
F.- Explica las tres leyes de Isaac Newton.
¿Quién fue Galileo Galilei?
Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Fue un astrónomo, filósofo, matemático y físico que estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica.
Eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura). Sus logros incluyen la mejora del telescopio, gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del movimiento. Ha sido considerado como el padre de la astronomía moderna, el padre de la física moderna y el padre de la ciencia.
Su trabajo experimental es considerado complementario a los escritos de Francis Bacon en el establecimiento del moderno método científico y su carrera científica es complementaria a la de Johannes Kepler.
El concepto de fuerza
El concepto de fuerza fue descrito originalmente por Arquímedes, si bien únicamente en términos estáticos. Arquímedes y otros creyeron que el «estado natural» de los objetos materiales en la esfera terrestre era el reposo y que los cuerpos tendían, por sí mismos, hacia ese estado si no se actuaba sobre ellos en modo alguno. De acuerdo con Aristóteles la perseverancia del movimiento requería siempre una causa eficiente (algo que parece concordar con la experiencia cotidiana, donde las fuerzas de fricción pueden pasar desapercibidas).
Galileo Galilei (1564-1642) sería el primero en dar una definición dinámica de fuerza, opuesta a la de Arquímedes, estableciendo claramente la ley de la inercia, afirmando que un cuerpo sobre el que no actúa ninguna fuerza permanece en movimiento inalterado. Esta ley, que refuta la tesis de Arquímedes, aún hoy día no resulta obvia para la mayoría de las personas sin formación científica.
Se considera que fue Isaac Newton el primero que formuló matemáticamente la moderna definición de fuerza, aunque también usó el término latino vis impressa (‘fuerza impresa’) y vis motrix para otros conceptos diferentes. Además, Isaac Newton postuló que las fuerzas gravitatorias variaban según la ley de la inversa del cuadrado de la distancia.
Charles Coulomb fue el primero que comprobó que la interacción entre cargas eléctricas o electrónicas puntuales también varía según la ley de la inversa del cuadrado de la distancia (1784).
En 1798, Henry Cavendish logró medir experimentalmente la fuerza de atracción gravitatoria entre dos masas pequeñas utilizando una balanza de torsión. Gracias a lo cual pudo determinar el valor de la constante de la gravitación universal y, por tanto, pudo calcular la masa de la Tierra.
Con el desarrollo de la electrodinámica cuántica, a mediados del siglo xx, se constató que la «fuerza» era una magnitud puramente macroscópica surgida de la conservación del momento lineal o cantidad de movimiento para partículas elementales. Por esa razón las llamadas fuerzas fundamentales suelen denominarse «interacciones fundamentales».
¿Quién fue Isaac Newton?
Isaac Newton nació en Woolsthorpe, Lincolnshire el 25 de diciembre de 1642 (calendario juliano). Fue físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático. Es autor de los “Philosophiæ naturalis principia mathematica”, más conocidos como los Principia, donde describe la ley de la gravitación universal y establece las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre.
Entre sus otros descubrimientos científicos se destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica (que se presentan principalmente en su obra Opticks), y en matemáticas, el desarrollo del cálculo infinitesimal.
Las tres leyes de Newton
Las leyes de Newton
Seguramente recuerdas a Isaac Newton como el hombre que vio caer una manzana de un árbol y se inspiró para inventar la teoría de la gravedad, pero su gran capacidad para construir ideas científicas no quedó allí, este importante investigador sentó las bases de la mecánica clase con las tres leyes que llevan su nombre, las Leyes de Newton.
¿Qué son las leyes de Newton?
Las leyes de Newton son tres afirmaciones que describen la forma en que se relacionan las fuerzas que actúan sobre un cuerpo y el movimiento de ese cuerpo.
Estas leyes son llamadas leyes de Newton porque fueron formuladas por primera vez por el físico y matemático de origen inglés de nombre Isaac Newton, y además han sido verificadas y probadas en tantas ocasiones a lo largo de los siglos, que los científicos ahora las llaman las Tres Leyes del Movimiento de Newton.
Un objeto en reposo permanece en reposo, y un objeto en movimiento permanece en movimiento a velocidad constante y en línea recta, a menos que una fuerza externa actúe sobre él.
Por ejemplo, cuando un automóvil está en movimiento y el conductor aplica los frenos, aunque el automóvil se detiene el conductor y los pasajeros pueden salir disparados del auto porque la inercia hace que sus cuerpos sigan moviéndose hacia adelante, a menos que tengan puesto el cinturón de seguridad. En ese caso, el cuerpo del conductor y los pasajeros, que también estaban en movimiento, se detienen.
Leyes de Newton
Esta ley explica por qué sentimos ese tirón que nos da el cinturón de seguridad cuando el auto frena o se detiene de forma repentina. Más adelante verás más ejemplos de esta ley de inercia.
Segunda Ley de Newton
La segunda ley de Newton afirma que la aceleración de un objeto depende de dos variables, que son: la fuerza neta que actúa sobre el objeto y la masa del objeto.
Ejemplo de la segunda Ley de Newton
A continuación, presentamos un ejemplo que te ayudará a visualizar la segunda Ley de Newton conocida también como Ley Fundamental de la Dinámica.
- Las personas que trabajan en almacenes o supermercados generalmente necesitan mover cajas o paquetes, para hacerlo en la mayoría de los casos utilizan una carretilla. Para moverla le aplican una fuerza, la carretilla se acelera en el mismo sentido que la fuerza que lo impulsa. Entre mayor sea la fuerza que se le aplique, mayor será la aceleración que reciba. A medida que vayan colocando más cajas o paquetes en la carretilla su peso irá aumentando y su aceleración irá disminuyendo.
Tercera Ley de Newton
La Tercera Ley de Newton o Ley de Acción y Reacción asegura que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, el segundo objeto ejerce una fuerza igual y opuesta sobre el primero.
Ejemplos de la tercera Ley de Newton.
Estos son algunos ejemplos de la tercera Ley de Newton:
- Una persona al nadar empuja el agua con sus manos y brazos hacia atrás, mientras que el agua ejerce una fuerza opuesta que empuja al nadador hacia adelante, permitiendo avanzar a la persona mientras que va nadando.
Al nadar empujamos el agua hacia atrás y el agua nos impulsa hacia adelante.
GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA ARGENTINA
A.- Lee el texto «Guerras por la Independencia Argentina».
B.-¿Cómo fué la preparación del Ejercito de los Andes?
C.-En la Línea del Tiempo entre 1815 a 1825 agrega los hechos más importantes del a Campaña Militar de San Martín.
D.-En un mapa de América, identifica los países liberados por San Martín.
E.-Mientras tanto, qué ocurría en las Provincias Unidas.
GUERRAS POR LA INDEPENDENCIA ARGENTINA 1817-1824
El Congreso de Tucumán, reunido por orden del Director interino Álvarez Thomas, nombró nuevo Director Supremo a uno de sus diputados, Juan Martín de Pueyrredón, que marchó a la capital. En el camino se detuvo en Córdoba a discutir con el general San Martín su plan continental y los recursos que debía aportar el Directorio.
En agosto de 1815, San Martín dispuso una leva de voluntarios en Mendoza y San Juan. Al mes siguiente se incorporaron dos escuadrones de Granaderos a Caballo, que habían participado en la guerra civil en la Banda Oriental y que fueron aumentados con gauchos de San Luis. En diciembre de 1815, informaba al gobierno que disponía de 3887 hombres, incluidos unos 700 esclavos libertos.
San Martín encargó al fraile Luis Beltrán –que contaba con 700 hombres a sus órdenes– la fabricación de pólvora, armamentos, municiones y uniformes.
San Martín envió a Chile a José Antonio Álvarez Condarco, director de la fábrica de pólvora, con la excusa de llevar un mensaje, pero este aprovechó el viaje para realizar un plano muy detallado de los pasos de los Andes.
El 1 de agosto de 1816, el director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, decretó que el nombre de la fuerza fuera «Ejército de los Andes», designando como su general en jefe a San Martín, al que el Congreso de Tucumán ascendió al grado de Capitán General, con las facultades políticas y militares necesarias. San Martín delegó el mando político de Cuyo en el coronel Toribio de Luzuriaga y se instaló con su Ejército en Campamento del Plumerillo, en las cercanías de Mendoza, con el brigadier Miguel Estanislao Soler como jefe de estado mayor.
Pueyrredón envió al nuevo ejército toda la ayuda que pudo, incluyendo refuerzos militares, dinero, alimentos, armas, uniformes y municiones en gran cantidad. No obstante, su obstinación en aplastar la resistencia de los federales, especialmente en la provincia de Santa Fe, no le permitió enviar más tropas al frente de los Andes, ya que las necesitó para continuar la guerra civil.
El Capitán General Casimiro Marcó del Pont conocía los planes de San Martín, que era consciente de que nunca podría llevar hasta Chile un ejército tan numeroso como el de su enemigo. Por ello buscó dividir sus fuerzas, haciéndole creer alternativamente que iba a invadir por el sur o por el norte del país.
San Martín se esforzó en conservar un trato amistoso con los caciques pehuenches del sur mendocino, que dominaban los pasos cordilleranos. Sostuvo con ellos un gran parlamento, solicitándoles permiso para cruzar sus tierras hacia Chile, lo que fue aprobado por los caciques. Uno de los jefes indígenas llevó a Chile esa noticia, que pareció confirmar a Marcó del Pont su creencia de que el esperado ataque se produciría por el sur. Las fuerzas realistas en Chile se mantuvieron divididas hasta muy poco antes de la invasión de San Martín.
Por otro lado, algunos activistas mantuvieron en continua alerta al ejército realista por todo el territorio chileno. El más destacado de ellos era un exoficial del partido de los Carrera, Manuel Rodríguez, que recorrió el centro y el sur del país atacando poblaciones, causando desgastantes alarmas en las fuerzas realistas y lanzando panfletos contra el gobierno. También sirvió como espía a favor de San Martín, y como correo entre este y los patriotas chilenos.
José de San Martín: ¿cómo preparó el Cruce de los Andes?
En una proeza única, hace 200 años José de San Martín lideró una proeza única. Con el Ejército de los Andes y en 21 días, atravesaron más de 500 kilómetros de montañas, vencieron a los realistas en Chacabuco y liberaron Chile.
“Solo quien haya cruzado la cordillera puede formarse una idea de lo que fue realizar esa hazaña en 1817, llevar un ejército de 5423 hombres, con 9280 mulas, 1600 caballos y 16 piezas de artillería, además de vituallas, forrajes y municiones por sendas más que caminos. A lo que hay que añadir la escasez de agua, en algunas ocasiones y el exceso en otras, los fríos intensos de noche y en pleno día el mal de montaña o soroche, la falta de pastos para el ganado y de leña para hacer fuego (…) Es una proeza que raya en la esfera de lo impracticable, de lo imposible”, dice el historiador Guillermo Furlong en su libro El paso de los Andes. La epopeya alcanza una dimensión mayor si e suma el hecho de que el camino se hizo guerreando contra las avanzadas enemigas y que, cuando la tropa terminó de atravesar las montañas, los hombres debían estar listos para combatir.
El estratega genial
En 1814, José de San Martín se instaló en Mendoza para “Preparar un ejército pequeño y bien disciplinado para pasar a Chile y acabar allí con los godos, apoyando un gobierno de amigos; aliando las fuerzas pasaremos por el mar para tomar Lima”, describió. El proyecto contemplaba el recorrido hacia Chile de seis columnas con objetivos diferentes: algunos debían liberar provincias, otras confundir al enemigo, y por supuesto una de ellas iba a liderar el ataque principal para ocupar la capital chilena. Era un gigantesco rompecabezas cuya pieza principal era la cuesta de Chacabuco donde estaba previsto que podía desarrollarse la batalla definitiva. El secreto era otro de los elementos esenciales del plan ya que solo San Martín y unos pocos allegados sabían cuáles eran los pasos a seguir. Sigilo, astucia, rapidez, planificación y creatividad son los elementos que el Libertador ejecutó en el momento preciso gracias a su genialidad como estratega y militar.
De hombres a héroes
Cuando llegó a Mendoza, San Martín encontró una provincia sin defensas y con escaso presupuesto. Frente a este nuevo escenario creó un pequeño Estado en Cuyo. Toda la población debía entregar sus riquezas, sus horas de trabajo y sus hombres para la lucha que se avecinaba. Una de sus primeras medidas fue recortar el presupuesto de todas las áreas, excepto la de educación y establecer distintos impuestos según los bienes de cada persona. Como gobernador impuso la vacuna antivariólica, fundó una biblioteca pública y el primer colegio secundario, fomentó la industria y embelleció la ciudad.
Como estratega, instaló su campamento militar en El Plumerillo, a ocho kilómetros de la capital. San Martín apenas contaba con 30 soldados y 900 milicianos; para formar el Ejército de los Andes ordenó el reclutamiento de todos los varones cuyanos entre 14 y 45 años, así logró alistar a 3778 soldados, 1392 auxiliares que estaban bajo el mando de tres generales, 28 jefes y 207 oficiales. Los esclavos, que prefirieron luchar antes de seguir sometidos, se constituyeron en el elemento central de la infantería. Aproximadamente el 40 por ciento del ejército estuvo constituido por los batallones de libertos. La mitad de ellos fueron reclutados en Cuyo por San Martín, que se los compró a los hacendados y a las órdenes religiosas, que eran los grandes esclavistas de la época, y la otra mitad la remitieron desde Buenos Aires. La tropa además estaba integrada por soldados del Ejército del Norte, del Litoral y del Regimiento de Granaderos a caballo, también había chilenos y hasta un grupo de voluntarios ingleses.
En El plumerillo, la instrucción militar consistía en ejercicios individuales (manejo de las armas, por ejemplo) y tácticas grupales (marcha, despliegue en la batalla). El entrenamiento duraba ocho horas, cuando terminaba los hombres debían preparar sus armas, monturas y arreglar su ropa. Pero un ejército además necesita armamento y para fabricarlo se precisaban toneladas de hierro. Los cuyanos donaron caños, rejas, cadenas y hasta ollas, también se fundieron las campanas de la mayoría de las iglesias. Con la ayuda de fray Luis Beltrán, San Martín creó la fábrica de pólvora, la armería, el batán para la fabricación de ropa y hasta una veterinaria para atender a los animales que irían al cruce. Para transportar los pertrechos, la pólvora se fraccionaba en barriles de 100 kilos y la harina en sacos de 105 kilos, pero como las mulas podían llevar un peso de 60 kilos hubo que construir cajones de madera y cuero para distribuir la carga. Los 22 cañones se transportaban atados sobre el lomo de las mulas y las ruedas, a los costados.
El 24 de enero de 1817San Martín partió hacia el macizo andino. El cruce se hizo por seis pasos diferentes, el Libertador condujo el grueso de la tropa por la ruta de Los Patos y franqueó alturas de 5000 metros; como sus soldados lo hizo montado en una mula, el mejor animal para andar en la montaña. Además, aquejado por una úlcera, en ciertos tramos fue transportado en camilla. De los animales que partieron, sobrevivieron poco menos que la mitad. La tropa soportó el clima cordillerano con temperaturas que durante el día alcanzaban los 30° y a la noche descendían hasta -20°. Como en la alta montaña no había leña se transportaron algunas cargas de ramas, para entrar en calor se quemaba bosta y de noche no se encendían fogatas para no alertar al enemigo. El alimento básico era el guiso “valdiviano” con charqui (carne seca), grasa, sal, ají y cebolla cruda, y se les entregaba un poco de vino y aguardiente para apaciguar el cansancio y el frío
Tiempo de valientes
El 10 de febrero, el Ejército de los Andes pisó tierra chilena, dos días después y sin tener tiempo para descansar, vencieron a los realistas en la batalla de Chacabuco. La operación fue descomunal y la clave del triunfo fue que San Martín era totalmente consciente de que debía lograr la unión de sus soldados para asegurar el éxito de su empresa. Por eso, el Cruce de los Andes se encuentra al nivel de las máximas hazañas de la historia no solo argentina sino también universal.
CONSTITUCIÓN ARGENTINA DE 1819
El 22 de abril de 1819 el Congreso de las Provincias Unidas, que en 1816 proclamó la independencia, promulgaba en Buenos Aires la primera Constitución argentina, que sería jurada el 25 de mayo siguiente. De carácter unitario, la Constitución despertó el enojo de las provincias, celosas de su autonomía y aceleró el surgimiento de un grupo heterogéneo de caudillos, que se transformó en el sostén de las ideas republicanas y federales enfrentadas a los intereses porteños. A continuación, transcribimos fragmentos del libro Historia de Belgrano, de Bartolomé Mitre, sobre la Constitución de 1819.
La Constitución Argentina de 1819 fue el proyecto de constitución aprobado ese mismo año por el Congreso de Tucumán, trasladado a Buenos Aires dos años antes. Por su naturaleza unitaria, provocó el rechazo de las provincias, y los caudillos federales se enfrentaron al Directorio de José Rondeau, batiéndolo finalmente. Con todo, parte del articulado se refundió en el siguiente proyecto, la Constitución argentina de 1826, y a través de ella en la Constitución argentina de 1853.