¿QUÉ SON LAS ECONOMÍAS DE SUBSISTENCIA?

¿QUÉ SON LAS ECONOMÍAS DE SUBSISTENCIA?

La economía de subsistencia es aquel tipo de economía cuyo objetivo fundamental es proporcionar los alimentos que aseguren la subsistencia de la población. Aunque no siempre lo consigue. Es una economía de autoconsumo, con nulos o escasos intercambios comerciales.

El sector principal de esta economía es el sector primario. Es decir, el sector agrícola y ganadero. Las explotaciones económicas agropecuarias son generalmente familiares y que solamente alcanzan para la alimentación de la propia familia. Se generan escasos excedentes, permitiendo escaso o nulo intercambio comercial. Si este intercambio comercial existe, suele estar realizado mediante trueque o destinado al comercio local.

En este tipo de economía no se usa apenas innovaciones para aumentar los rendimientos. Todo lo contrario: se emplean fundamentalmente procedimientos tradicionales.

En primer lugar se usa abono de campo mediante estiércol proveniente del ganado abierto al campo tras la cosecha; produciéndose un beneficio mutuo entre campesino y ganadero.

En segundo lugar, se utilizaba el cultivo en barbecho, es decir, el descanso temporal de la tierra de forma rotacional.

En tercer lugar, se abren nuevos terrenos para ser labrados y obtener más cosecha. No obstante, esto es dañino a medio plazo para el medio ambiente. ¿Por qué? Porque se suelen talar o quemar bosques con gran riqueza medioambiental, perdiéndose parte de la riqueza cinegética (caza) y forestal.

La economía de subsistencia, al basarse en la agricultura, es dependiente de las inclemencias meteorológicas. Estas pueden dar al traste con las cosechas de varios años. Ello repercute negativamente en la producción y en la subsistencia de la gente, en su mayoría campesinos.

Otra característica básica de la economía de subsistencia es el escaso rendimiento de la producción. A la dependencia del clima y a otros factores como depredadores, en muchas fases de la historia la presión fiscal sobre las cosechas disminuyó también el rendimiento de este tipo de economía.

La economía de subsistencia ha sido básica en la historia del ser humano. Se basa en la explotación agrícola y ganadera destinado al autoconsumo de la comunidad. Hay escasos excedentes, por lo que los intercambios comerciales son limitados. También están expuestas a las inclemencias meteorológicas y a las malas cosechas. Por ello, suele ser habitual los episodios de hambruna, que repercuten en la mortalidad de la población y en posibles revueltas sociales.

FECUNDACIÓN Y DESARROLLO EMBRIONARIO

Fecundación y desarrollo embrionario

La fecundación es el proceso de unión de los gametos, el huevo y el espermatozoide, para la formación del cigoto que dará origen a un nuevo individuo. Según la especie, el espermatozoide puede penetrar en el huevo en diferentes estados de maduración, sin embargo, la unión del núcleo espermático y el núcleo ovular ocurre únicamente cuando el óvulo ha completado su maduración.

La fecundación puede ser externa o interna.

Una vez que ocurre la fecundación, empieza el desarrollo embrionario. Este comienza con la formación del cigoto y finalmente con el nacimiento del individuo. Dependiendo de dónde se realice el desarrollo embrionario y de las estructuras que en este proceso intervengan, se distinguen tres tipos de animales: los ovíparos, los ovovivíparos y los vivíparos.

Los animales ovíparos forman huevos ricos en vitelo, después de la formación del cigoto. Estos animales depositan los huevos en el medio externo donde se desarrollan hasta eclosionar los nuevos individuos. De este grupo, hacen parte la mayoría de los insectos, peces, anfibios, algunos reptiles y las aves.

 
 
 
 

Los animales ovovivíparos producen huevos, generalmente cubiertos por una cáscara dura y ricos en vitelo, que permanecen dentro de la hembra hasta que el nuevo organismo se termina de desarrollar y, por tanto eclosiona o sale del huevo; algunos insectos, tiburones, lagartos y serpientes hacen parte de este grupo.

 
 
 

Los animales vivíparos, como el caso del ser humano, no hay formación de huevo sino que el embrión se desarrolla dentro del vientre de la hembra que le brinda protección.

 
 
 

LOS DIENTES Y SUS PARTES

LOS DIENTES Y SUS PARTES

Una buena higiene dental es esencial para mantener la integridad de los dientes, preservando el estado de sus diferentes partes. Conocerlas y cuidarlas es un buen modo de prevenir los problemas dentales. A continuación os enumeramos las diferentes partes de los dientes:

  • Corona: Es la parte superior del diente; la única visible en una dentadura sana. Su forma determina la función de cada una de las piezas dentales. Así, los incisivos y los caninos, de forma más afilada, se utilizan para cortar los alimentos, mientras que los premolares y molares se ocupan de triturarlos.
  • Borde de la encía: Es la unión entre los dientes y las encías y una de las partes más importantes para preservar la salud dental, pues es donde se acumulan el sarro y la placa bacteriana cuando la higiene dental no es la adecuada, ocasionando las llamadas enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).
  • Raíz: Es la parte de los dientes que se inserta en el hueso de la mandíbula. Constituye las dos terceras partes del diente.
Anatomía del diente
  • Esmalte: Es la capa externa de los dientes, la más dura y también la más expuesta a las consecuencias de una higiene deficiente. Si se deteriora abre la puerta a todo tipo de problemas que afectarán a la totalidad del diente.
  • Dentina: Es la capa que se encuentra inmediatamente debajo del esmalte y está constituida por muchísimos conductos que conducen directamente a la pulpa. El deterioro del esmalte hace que las infecciones puedan alcanzar a esta última, además de ocasionar problemas de sensibilidad (dolor) al frío y el calor.
  • Pulpa: Es el tejido blando del diente y en él se insertan los nervios y los vasos sanguíneos. De hecho el dolor dental proviene directamente de ella, generalmente como consecuencia de una infección.