EL POZO ENCANTADO

      EL POZO ENCANTADO

Había una vez, un pozo al que todos pedían deseos el pozo encantado, un duende llamado Eliseo, no tenía tanta suerte por eso tenía él mismo uno en su casa .

Una vez Eliseo pensó ¿Por qué los duendes piden deseos si ellos tienen suerte? Como si no confiaran en sí mismos. Entonces empezó a investigar, preguntó a los duendes más suertudos y  ellos pasaban más seguido por el pozo encantado .

Juntó la información y supo por qué le concedían deseos a los niños y pensó,  si ellos lo hacen, yo también y se puso sus alas de mentira y despegó a buscar deseos. No le salió tan bien porque le arruinó la vida a un niño porque le puso ropa de chica cuando el quería de futbol y por lo tanto tuvo que jugar al futbol con un vestido .

Al otro día decidió ser mensajero… ¿Qué le habrá pasado?… Perdió una carta muy importante.

Una semana después se dijo a sí mismo. -Si sigo así no va a quedar nadie feliz, tengo que arreglar todo. Entonces, le mandó ropa de futbol al primer niño y escribió de vuelta la carta importante.

Eliseo se había quedado triste, pensaba que no servía para nada porque no tenía suerte, en cambio, podía tener suerte con el pozo de los deseos pero para él así no valía.

Al día siguiente, sonó el timbre de su casa era uno de sus amigos , y le dio un trabajo en que Eliseo era genial. Ese trabajo consistía en que todos los deseos mal otorgados debía repararlos. De esta manera el duende pudo demostrar que podía ser el mejor en aquello en que otros no eran tan hábiles.

                    Fin

María Victoria Vergonzi

4to Grado «B»

Áreas: Lengua y Computación