CAPERUCITA AMARILLA

                              Caperucita amarilla

Caperucita amarilla

Había una vez una niña llamada Matilda y le decían caperucita roja porque usaba una caperuza roja.

Un día quería cambiar de estilo pensó, pensó y dijo. -Ya se, le voy a pedir a mi abuela que me haga  una caperuza amarilla. Le preguntó a la madre. – ¿Puedo ir a pedirle a mí abuela que me haga una caperuza amarilla? La madre le dijo que sí pero que tenga cuidado con el lobo él volvía de una  fiesta y así era imparable.

En el camino caperucita pensaba que ahora me pueden llamar caperucita amarilla hasta que chocó con el lobo. Y él le dijo, ¡Heee por qué  no estás de fiesta!

Caperucita le contestó, -Pues, porque voy a pedirle a mí abuela una nueva caperuza.

Entonces el lobo le dijo, -Haaa… ven con nosotros, justo vamos para allá.

¿Por qué? preguntó caperucita. Porque le vamos a pedir galletitas para la reunión de viernes, contestó el lobo.

Entre todo ese bochinche del lobo llegaron a la casa, y la abuela no estaba, entonces, la buscaron por todos lados en la laguna en el parque en el bosque. Pero no estaba.

Hasta que… -La encontré, gritó un lobo. Entonces todos siguieron el sonido de su voz, y se encontraron con que estaba en el karaoke del lado.

Le pidieron lo que querían y la abuela justo estaba haciendo una caperuza amarilla, entonces, la terminó en poco tiempo e hizo las galletitas mientras tejía.

Finalmente, entregó a los lobos las galletitas para su fiesta y a caperucita la caperuza amarilla que tanto quería.

                                      FIN

Autora: María Victoria Vergonzi

4to Grado «B»

Áreas: Lengua y Computación