Colegio la merced.
Taller de escritura.
Áreas: Lengua y Computación.
Docentes. Fabiana Gómez, Fernando Dehaes y Pablo Jeremías Ramírez Rigo.
Alumno/a: Alfonsina Pestuggia Talano.
Grado: 5º “B”.
El árbol mágico
Una tarde Josefina, estaba jugando en el parque, cuando de repente vió, detrás de un arbusto, una llave dorada y muy chiquita.- ¿Dónde llevará esta llave?, se preguntó Josefina.
Después de un rato, ella encontró un árbol que tenía ¿una cerradura? Sacó la llave de su bolsillo y trató de abrir la cerradura extraña del árbol. De repente, se abrió una puerta muy pequeña por la que ella no entraba. Entonces, un puercoespín, llamado Ron, se acercó a darle un frasquito. En él había un “líquido” que hacía diminuta a las personas como una punta de alfiler. Ella lo bebió y se hizo diminuta y pudo pasar por la puerta junto a Ron. Cuando entró al árbol había… animales patas para arriba, casas de hongos con puertas, ventanas y balcones, árboles de banana, árboles, no palmeras, un pavimento extraño todo pintado con colores fuertes, un rebaño de ovejas diminutas, ¡zapatos y pantalones caminando por sí solos!.
_ ¡Qué alocado es este mundo!- pensó Josefina
Ron y Josefina fueron a pasear por un rato. De pronto empezó a crecer, crecer y crecer hasta su tamaño normal, no podía salir de ése lugar y se lastimaba, mientras todos los demás animales corrían y corrían sin parar.
Entonces, Ron, el puercoespín, la ayudó a salir de la catástrofe. Nuevamente le dio un frasco con una preparación, pero en este caso al beberla el tiempo retrocedía y de nuevo se encontró jugando en el parque como si nada hubiera pasado. Ella recordaba todo lo que había sucedido. Nuevamente, se acercó al árbol mágico para ver si todo había sido realidad. De allí salió Ron, pero esta vez ya no era un feo puercoespín sino que era un hermoso chico. Josefina escondida detrás de un arbusto vio que alguien se acercaba. Reconoció su voz y supo que era Ron. Él fue a ver que sucedía y encontró a Josefina escondida allí. Ella se preguntó que sucedía ¿si era un puercoespín?
Ron le contó todo lo sucedido. Él le explico que una vez que se encuentra la llave siempre la tenés y nunca se te pierde. Además le dijo que la primera vez que entras sos un humano diminuto, pero la segunda vez se te asigna un animal y te convertís en él.
Ellos siguieron charlando como loros. Se hicieron muy buenos amigos.
FIN…
Autora: Alfonsina Pestugia Talano
5to Grado «B»