LA CASA DE LOS DULCES
Había una vez un niño que se llamaba Juan. El niño quería entrar a la casa de los dulces, allí vivía una viejita llamada Úrsula que hacia dulces pero no le gustaban los niños. Juan deseaba entrar para comer sus dulces, un día fue y le toco la puerta a la anciana y le pidió dulces, Úrsula le dijo (NO SAL DE MI VISTA NO DOY DULCES A LOS NIÑOS) la anciana le serró la puerta. Juan se asusto y salio corriendo a su casa. La anciana se sintió muy mal con lo que le dijo a Juan, luego Úrsula fue a la casa del niño le pidió disculpas y le dijo que invitara a sus amigos y que podían ir cuando quieran a su casa, la anciana quiso a todos los niños y se volvió feliz.
Autoras: María Emilia Daveiro y Paloma Ascordi
5to «A»